La discográfica es la titular de la explotación de los derechos del fonograma y del videoclip, y por lo tanto el generador de negocio alrededor de ambos. Entre otros, se encarga de la explotación digital de streaming, descargas, de la producción y venta de producto físico (CD, vinilos), de las licencias de sincronización para audiovisuales y otros productos. La discográfica es la que más invierte en el desarrollo de un artista y en la promoción de este.